Llamamiento a la acción creativa
Internet es el lugar en el que nos conocemos, nos comunicamos, creamos, nos educamos y nos organizamos. Sin embargo, estamos en un momento decisivo en la joven historia de la Red: podría convertirse en una herramienta fundamental para mejorar nuestra sociedad y aumentar nuestros conocimientos y nuestra cultura o en una herramienta totalitaria de vigilancia y control.
Tras quince años luchando contra la cultura compartida en nombre de un sistema obsoleto de derechos de autor, los gobiernos del mundo se están uniendo para controlar y censurar Internet. El apagón de la red egipcia, la reacción del gobierno estadounidense ante Wikileaks, la adopción de mecanismos de bloqueo de páginas web en Europa o los proyectos de “interruptores para apagar Internet” [1] son graves amenazas para nuestra libertad de expresión y comunicación. Estas amenazas provienen de corporaciones y políticos incomodados por la aparición de Internet.
Como anfitrión del G8, el presidente de Francia Nicolas Sarkozy quiere reforzar el control centralizado de Internet y ha convocado a los líderes mundiales en una cumbre destinada a trabajar en pos de un “Internet civilizado”, concepto que tomó prestado del gobierno chino. Sembrando miedos como el “ciberterrorismo”, su objetivo es generalizar reglas de excepción para imponer la censura y el control, socavando así la libertad de expresión y otras libertades fundamentales. Nos venderán esta política usando palabras como “democracia” y “responsabilidad”, pero solo hay que fijarse en sus actos. Sarkozy ya ha permitido desconectar a ciudadanos de Internet y la censura de contenidos online en Francia.
Internet nos permite expresar nuestra opinión de manera universal. Internet nos une y nos da poder. Es un espacio en el que se reúnen las diversas civilizaciones de nuestro planeta. Nuestra imaginación, mediante los diversos contenidos que creamos y publicamos, nos ayuda a proteger nuestros derechos y un Internet libre. Ahora que los líderes mundiales se reúnen a finales de mes, debemos unirnos y usar nuestra creatividad para rechazar cualquier intento de convertir Internet en una herramienta de control y represión.
- [1] Véase también la confiscación de cientos de nombres de dominio por el gobierno de EE. UU., los fundamentalistas del copyright que están convirtiendo a las empresas de Internet en una policía privada, la PROTECT IP Act en EE.UU., las iniciativas para aplicación de los derechos de autor, el proyecto del Gran Cortafuegos europeo –ver punto 8– en Europa, y ACTA en todas partes, etc. ↩